¿Sabes por qué la mayoría de la gente prefiere pagar más IRPF? Para que luego la declaración a Hacienda les salga a devolver, no a pagar. Porque muchos prefieren tener una recompensa en forma de dinero extra que un ahorro mensual. Y en ese mismo aspecto radica la diferencia entre ofertas y cashback: mientras una apela al ahorro, la otra genera recompensas monetarias. ¡Pero hay más! Sigue leyendo y descubre en qué se diferencian ambas estrategias.
Las 3 diferencia fundamentales entre ofertas y cashback
El tiempo que dura
Una oferta, en general, tiene una duración determinada. Si es para siempre… ¡es que el producto tiene ese precio! De hecho, para que una oferta realmente funcione debe tener una duración acotada y que no se repita demasiado a lo largo del tiempo. ¿Por qué? Porque entonces el producto pierde su verdadero valor ante el cliente, que estará a la espera de un nuevo momento de oferta, quedando un vacío de ventas cuando no lo está.
Sin embargo, con el cashback el cliente recibe recompensas siempre, compre lo que compre y en el momento que sea. De esta manera, la empresa gana valor frente a los usuarios, porque siempre les devuelve una parte del dinero que se han gastado en la compra para que lo gasten en lo que quieran.
La forma de ahorrar
No es lo mismo ahorrar dinero sin habértelo gastado (en el caso de las ofertas), que sentir que el dinero vuelve a ti en forma de recompensa. ¿Que el cliente se puede ahorrar lo mismo con ambos sistemas? Sí, por supuesto. Sin embargo, con el segundo tendrá una mayor sensación de recibir un beneficio tangible por cada una de sus compras. Este es justo el ejemplo que poníamos al principio con la declaración de la renta. La forma de ahorro es diferente porque no es lo mismo tener que realizar el ejercicio constante de ahorro de forma autónoma que permitir que lo hagan por ti y, finalmente, recibir el monto completo de una tacada.Lo que le haces sentir
Aunque pueda parecerlo, este hecho no es baladí en absoluto. Hacer sentir a tus clientes que obtienen un regalo (en forma de dinero contante y sonante, nada menos) cada vez que realizan una compra en tu negocio hace que tu empresa gane muchos puntos a sus ojos. Además, les haces sentir que están llevando a cabo compras inteligentes en las que ellos “ganan” una parte, lo que, por otro lado, te ayudará a fidelizarlos.
Las ofertas, aunque sí es cierto que ayudan a vender algo más por un período de tiempo, no generan en los clientes esa sensación de obtener un “regalo a cambio”, por lo que resulta algo menos potente que el cashback.
Ahora que conoces las diferencias entre ambos conceptos, ¿te animas a llevar a cabo una estrategia de recompensas en tu empresa? En tal caso, te animamos a descubrir Loycus, una plataforma de cashback que, además de resultar adictiva para los usuarios, te ayudará a ti a mejorar tus ventas. ¿Quieres comprobarlo?